La decoración de nuestro salón es una de las que mayor importancia cobra a la hora de otorgar a nuestra vivienda de personalidad y funcionalidad a partes iguales.

El salón o sala de estar se ha convertido en el centro neurálgico de nuestros hogares. Es en ellos en los que pasamos la mayor parte del tiempo en familia: vemos la televisión, charlamos después de una jornada de trabajo, recibimos a las visitas, etc.

El salón se se ha convertido en una de las habitaciones más «polifacéticas» del hogar: es sala de juegos para los más pequeños, el lugar más tranquilo para una siesta, también lo convertimos en oficina, biblioteca, comedor y muchos etcéteras puesto que cada uno de nosotros lo vivimos de manera diferente y es por ello que la decoración ha de ser acorde a nuestras necesidades, al «para qué usamos el salón».

Centra tu atención

Lo primero que debemos saber a la hora de decorar el salón es cuál va a ser el elemento centrar sobre el cual se van a distribuir el resto de muebles. Este elemento central puede ser la televisión (lo mas habitual), una chimenea, una biblioteca o un equipo de música si de un melómano se trata.

El sofá

Una vez sabemos cuál es nuestro elemento central, lo segundo más importante es el sofá. ¿Cuántos somos en la familia? ¿Pasamos muchas horas en el sofá? ¿Nos gusta tener nuestro espacio o preferimos sentarnos el uno al lado del otro? ¿Un sofá tradicional? ¿Dos? ¿Un chaise lounge? Todo dependerá de nuestros hábitos de vida, y amoldaremos las estética del lugar a nuestras necesidades.

Habitación Multi-función

El salón suele ser la habitación más grande de la casa, por eso podemos hablar de estancia multifunción: salón-comedor, salón-dormitorio de invitados, salón-biblioteca o salón-despacho. Esto nos permite un sinfín de posibilidades para la decoración del corazón de nuestra casa, que nos hagan sentir cómodos en un ambiente atractivo y a la última.

La luz

Uno de los elementos más importantes del salón es la la luminosidad del mismo. Debido a las, tan diversas, actividades que pueden tener lugar en el salón, la luz es primordial. Necesitaremos una luz clara para esas actividades en familia como las celebraciones o los juegos, una luz más cálida de menor intensidad para los momentos de relax y una más focal para las actividades que requieran mayor concentración y aislamiento como la lectura. La luz natural es la gran amiga de todas las habitaciones de la casa y el salón no iba a ser menos. Esta luz podemos regularla con cortinas, cortinones, persianas o estores.

Vestir el salón

Vestir el salón con alfombras, cojines, plantas, velas y otros elementos decorativos le otorgará de esa personalidad de la que hablábamos, una parte de nosotr@s se verá reflejada en nuestra sala de estar, de la que hará un lugar confortable, único y con nuestra esencia. Las paredes limpias, por poner un ejemplo, darán la sensación de una habitación más amplia pero también de un lugar que invite a la calma, sin distracciones innecesarias.

El suelo del salón

Los suelos de nuestros salones han sido, y continúan siendo, tradicionalmente de madera por la calidez y la elegancia que este tipo de suelo aporta a la estancia y es que la la madera, es un elemento vivo, que no pasa de moda y es, por qué no reconocerlo, muy agradecido a nuestros pies descalzos.

Sea como fuere, nuestro salón siempre acaba siendo una extensión de nuestro yo y necesitamos saber qué queremos, qué nos gusta y qué funciones le vamos a dar para que, realmente, disfrutemos todos los días del salón de nuestros sueños.