Con el paso del tiempo, nuestro suelo acaba dañado y deteriorado. Es entonces cuando debemos pensar si merece la pena acuchillar el viejo parquet o si optar por una tarima flotante. Debemos analizar el estado de nuestro parquet: marcas, rayones, huecos…ver si tenemos despegadas las tablas o desistir si hemos acuchillado el parquet varias veces.

Hoy os traemos algunas razones para que analicéis que opción se adapta mejor a vuestro hogar:

• La sencillez: Cuando instalamos la tarima flotante, conseguimos un resultado de calidad y rápido. Es una tarea que se realiza de forma rápida y que solo precisa de un suelo bien nivelado. Además, ya que el material viene preparado de fábrica, no es necesario vaciar la vivienda. Acuchillar el parquet también nos da resultados satisfactorios, pero es algo más molesto para los habitantes de la casa: Debemos vaciar la estancia y dejarla sin ningún mueble, esperar a que se seque el barniz y tener cuidado con las corrientes de aire, los ruidos y el polvo.

• El precio: Debido a la amplia gama de tarimas flotantes a precios muy competitivos, podemos cambiar o acuchillar nuestro suelo por precios similares. Aún así, es necesario analizar lo que nos conviene más a largo plazo.

• Resistencia y mantenimiento: Es importante destacar la resistencia de la tarifa flotante a los golpes, arañazos, humedad…El parquet a su vez, necesita mayores cuidados para poder mantenerse de forma correcta y después de cinco o diez años será necesario volver a acuchillarlo y barnizarlo.

• La variedad: Distintos precios, colores, calidad…podemos encontrar soluciones que son difíciles de distinguir de una madera natural y que cuentan con una durabilidad excelente. Es decir, se puede elegir la tarima flotante que mejor se adapte a nuestros gustos y presupuesto.

En Rafael Decoración queremos invitarte a visitarnos, para poder asesorarte y encontrar la mejor opción para tu casa.